Érase una vez un personaje que se llamaba Steven. Un día Steven salió a pasear y de pronto apareció una ardilla y siguió caminando y se paró en el parque. Una vez allí, se fue al arenero y construyó un castillo de arena y luego se fue al tobogán y luego volvió a casa.
Pasado un tiempo la madre de Steven le mandó a comprar pan. Volvió y se fue a dormir.
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